_
_
_
_
_

La Generalitat impide matar jabalíes con arco en Barcelona

La Generalitat de Cataluña ha optado por dar marcha atrás en su decisión de permitir la caza con arco y flechas de jabalíes en el parque natural de Collserola, que está pegado a Barcelona y colinda con varios municipios. Esta primitiva actividad cinegética se iba a llevar a cabo legalmente en el parque donde, como en todos los lugares protegidos, está prohibido cazar.

La polémica está servida. El objetivo de la iniciativa era disminuir la población de jabalíes, ya que los animales ocasionan problemas. Los principales inconvenientes son que provocan daños agrícolas, se cuelan en las casas de los vecinos y, desde hace unos años, están adentrándose cada vez más en el ámbito urbano.

Lo que pasa es que "el tiro con arco no es la solución", sostiene uno de los guardas forestales del parque. "Los cultivos y las viviendas deberían estar bien valladas para impedir su acceso y si los jabalíes van a la ciudad a por los restos de comida se tendría que poner un control a esta basura", añade.

Por su parte, los defensores de los animales consideran que la caza con arco es un acto cruel y que éstos sufren al quedar heridos y morir lentamente, aunque "con la escopeta a veces también quedan heridos y mueren al cabo de horas" afirma Luis Creus, un cazador de toda la vida, informa Lorena Ramírez.

Francesc Martínez sostiene que la caza con arco "es muy segura y ecológica y nunca ha habido accidentes".

Cinco batidas al año

Ya hace tiempo que se están poniendo en marcha medidas para controlar la población de jabalíes, dicen algunos cazadores. Para ello, la Generalitat concede a los cazadores permisos, que les permiten ir más allá de los límites habituales de la regulación de caza.

Un claro ejemplo son las cinco batidas de jabalíes que se realizan por año en cinco áreas de caza controlada que limitan con el parque natural de Collserola. La última batida, y broche de esta temporada, en la que participaron 50 cazadores tuvo lugar ayer por la mañana. "Realizamos un servicio social al desarrollar el papel de depredadores y regular la población de jabalíes", defiende el presidente de la Sociedad de Cazadores de Sant Just D'esvern, Jaime Taxè. Con o sin arco, los jabalíes de Collserola siguen estando en el punto de mira.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_